martes, 23 de diciembre de 2008

aritos casamiento de metales, plata 925, cobre


Entonces oyó el llanto. Eso lo despertó: un llanto suave, delgado, que quizá por delgado pudo traspasar la maraña del sueño, llegando hasta el lugar donde anidan los sobresaltos.
Juan Rulfo

3 comentarios:

Jorge González dijo...

Beatrice!!...felicidades para vos también. Hoy lo paso con Ana en Madrid, cocinaré lomo con salsa de boletus (receta de internet) y mañana voy a Cádiz a ver al viejo y familia. Saludos a Sol y Rodrigo. Te quiero. Jorge.

x dijo...
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Triz dijo...
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